Al alquilar nuestra vivienda siempre nos entra el miedo de quién metemos en casa, ¿la cuidará? ¿Tendré problemas con los vecinos? ¿Me pagará?… Por eso hoy te traemos una serie de recomendaciones para escoger un buen inquilino.
En la mayoría de los casos encontrar un inquilino adecuado no es sólo cuestión de suerte, sino de cómo hagamos nuestra búsqueda.
La primera clave es el precio de nuestro alquiler
Puede que pensemos que si el precio de nuestro alquiler es más elevado encontraremos a unos inquilinos acordes y que no nos darán problemas al respecto. Esto es todo un error, un precio asequible es la mejor opción.
Si queremos tener estabilidad en nuestra vivienda lo mejor es buscar una familia o pareja joven de inquilinos. Usualmente, este tipo de personas si ven un alquiler excesivamente elevado huyen de él. ¡Qué no te pase esto!
Otro factor muy importante es el estado de la vivienda
El estado de nuestra vivienda dirá mucho sobre ella. Mientras mejor sea su estado, más candidatos saldrán a nuestra oferta y tendremos más opciones para elegir al inquilino ideal.
Antes de nada, debes saber que justo antes de poner en alquiler una vivienda debes dar un “lavado de cara”. ¿Qué quiere decir esto? Pinta las paredes si es necesario, arregla cualquier tipo de avería que tenga tu vivienda o cambia el mobiliario que este en muy mal estado. Con simples detalles conseguirás llegar a más público.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es la decoración. Una vivienda es más llamativa con poca decoración. Como se suele decir: “menos es más”.
Nuestra decoración puede resultarnos muy bonita y acorde al lugar, pero no todas las personas son iguales y puedes ahuyentar a un cierto tipo de candidatos.
No menos importante: la solvencia del inquilino
Sí, la solvencia al final es uno de los factores que más nos preocupa cuando decidimos alquilar nuestra vivienda.
Cuando hayamos hecho un filtro sobre los candidatos que más nos gustan para nuestra vivienda es muy importante verificar su nivel de ingresos y estabilidad.
Pide la última nómina o la declaración de renta para comprobar si podrán hacer efectivos sus pagos.
Otra forma de detectar si nuestro futuro inquilino no tendrá problemas en solventar sus gastos es pidiendo una fianza. Aquí debemos tener en cuenta varios factores, pero sobre todo cuando la pidas observa su reacción. Esto puede darnos una idea de la solvencia actual que tiene.
También hay que tener en cuenta que no todo puede ser perfecto. Si tu inquilino no te debate ningún factor puede ser que nos oculte algo. ¡Debemos tener los ojos bien abiertos!
Por último: El “olfato” del propietario
Siguiendo por la misma sintonía de antes, debemos estar bastante atentos a todo antes de alquilar nuestra vivienda.
Conoce más a fondo tu inquilino. Pregúntale sobre su vida: ¿Vive sólo? ¿Acompañado? ¿Tiene mascota? ¿Hobbies?…
Aunque parezca insignificante, toda esta información puede sernos de gran ayuda para la elección.
Sabemos que la búsqueda de un buen inquilino puede resultarnos pesada, pero si sigues estas recomendaciones puede serte más fácil encontrar tu candidato ideal.
Recuerda que también puedes contactar con nosotros y publicar tu inmueble en nuestra web. Mientras a más personas llegues, más fácil será encontrar tu nuevo inquilino.
